Los vecinos de Entremuros no soportan el ruido nocturno
Los residentes de la rúa Entremuros y de los aledaños han exteriorizado su protesta por la situación insufrible que viven por efecto del ruido nocturno que emana de los locales de la calle. Se trata de una rúa muy estrecha y elevada «con una reverberación que multiplica de forma exponencial el ruido», según denuncian los afectados. Desde un tercer piso se escucha como al lado una conversación callejera. «Y eso se convierte en un horror cuando se acumula la gente en la zona de los locales, con una grave contaminación acústica y de salud», se queja el vecindario.
Resaltan que hay «mucha angustia» y «abuso de pastillas para dormir» que, según indican, algunos ruidos hacen ineficaces. A ello se añade el «vandalismo con telefonillos y cristales de puertas, orines, vomitonas, jeringuillas en el callejón lateral, gritos cánticos y peleas», según la descripción de los afectados, que explicaron su problemática a las autoridades locales.
La asociación vecinal y la plataforma de ruidos explican que hay otras zonas del casco antiguo, como en San Paio y Xelmírez, en las que hay quejas vecinales por el problema del ruido.
En el Ensanche la situación se ha calmado. Representantes vecinales recalcan que hay problemas puntuales en las galerías de Goya, pero en zonas conflictivas como la de Alfredo Brañas o rúa Nova de Abaixo el ruido es mínimo: «Xa non hai nin movida».
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