Se les
impone una condición: la policía local controlará cada 15 días los limitadores
de sonido instalados en ambos locales.
De los ocho locales precintados en
marzo, cuatro han vuelto a abrir, dos siguen esperando y otros dos abandonaron
Los propietarios de la discoteca se
comprometen a no superar los 100 decibelios y el del bar Latinos los 90
La discoteca Down (Shutdown) y el
bar Latinos, situados en la plaza de Albatros de la Madrila, podrían reabrir
sus puertas esta noche, después de llevar siete meses y medio precintados.
El 12 de marzo tuvieron que cerrar
por orden de la Audiencia Provincial de Cáceres, junto a otros seis locales de
la Madrila. Era una medida cautelar mientras el juzgado número 6 de Cáceres
investigaba si estos locales tenían relación o no con la contaminación acústica
de esta zona denunciada por la Asociación Cacereños Contra el Ruido.
En el mes de junio, 101 días después
de aquella medida, se permitió reabrir a dos de los afectados: la Sala Barroco
y el Pasadena Copas, al valorar la Audiencia que tras hacer obras para obtener
las licencias de café-concierto ya no habían sido denunciados.
Los propietarios de la discoteca
Down y Latinos, realizaron pruebas de insonorización, satisfactorias según los
peritos contratados por ellos, e instalaron limitadores de sonido. Con estos
resultados, hace un mes pidieron al Juzgado número 6 que les permitiera
reabrir. El tribunal no hizo caso a su reclamación, por lo que presentaron un
recurso urgente en la Audiencia de Cáceres, que ayer les comunicó que les
dejaba desprecintar sus negocios.
Ha impuesto, no obstante, algunas
condiciones: Que los limitadores sean colocados de tal manera que el sonido de
la discoteca no pueda superar los 100 decibelios, y el bar Latinos los 90
(aunque se le podía permitir hasta 95). Cada 15 días, agentes de la policía
local recogerán la lectura del limitador, e informarán puntualmente al juzgado
de instrucción de cualquier incidencia en los locale.s
La Audiencia se muestra segura con
los limitadores. Según expone, estos aparatos «impiden no solo que el sonido
supere los decibelios permitidos en la norma, sino que el mismo pueda
manipularse sin dejar constancia, ni abusarse de que se ecualicen los tonos
graves con molestas vibraciones y, lo que es más importante a criterio de este
tribunal, que esas mediciones de la emisión del sonido, y por lo tanto del
nivel que en las viviendas puedan percibir, se puede medir y comprobar si en
cualquier momento ese límite se ha superado, si el aparato ha sido manipulado,
o incluso las horas en que la música se ha puesto y se ha quitado, ofreciendo
igualmente una revisión periódica de la grabación de todas esas cuestiones por
quien corresponda».
De los cuatro locales que aún están
precintados, los propietarios de dos de ellos ya han indicado que no están
interesados en reabrir, al estar cansados de los problemas que les causan las
denuncias de los vecinos. Se trata del bar Machiavello, que se encuentra al
lado de la discoteca Down, y el bar La Belle, situado en la Madrila Alta.
Siguen intentando reabrir la Sala
Submarino en la plaza de Albatros, y el pub La Cuerda, situado frente a La
Belle.
Se da la circunstancia de que el
propietario del Submarino se había adherido al recurso presentado en la
Audiencia por Down y Latinos. La Audiencia señala que tiene que seguir cerrado
ya que no se ha producido modificación o alteración alguna de su situación
desde que se ordenó que cerrara sus puertas.
La investigación del caso del ruido
en la Madrila sigue sus pasos, pero muy lentamente, al tener que analizar los
letrados la voluminosa documentación aportada por el Ayuntamiento.http://www.hoy.es/v/20121026/caceres/audiencia-permite-reabrir-discoteca-20121026.html








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